viernes, 3 de abril de 2015

Sólo palabras.

No me importa, a estas alturas. ¿Por qué me confié en darle tanta importancia a alguien?
Entiendo tus problemas, o en verdad.. Los entendía. Por un momento dejé de lado el temor de confiarme tan fácilmente de alguien que llegó a mí, de un día para otro. Estas cosas no pasan, nunca, a menos que tengan un fin poco lógico. ¿Qué pensaste que pasaría?

Acorde los días pasaban me sentía protegida y tranquila. Había encontrado el bien en alguien, que podía oírme y sentir lo que yo sentí, saber que alguien mantenía las mismas vivencias que yo y aprender a superarnos juntos, pero... ¿No me diste excusas luego?

Me acuerdo perfectamente cuando huiste y te marchaste...

Por un momento me asumí como cobarde, no pude enfrentarte y terminé haciendo lo que no quería; alejarme de ti.

Te extraño, y esto me lastima...

Me mentiste, y luego de ocho días tuve que enterarme por un tercero, ¿Crees que fue lo mejor? mentira tras otra, promesas incompletas. Me siento asqueada, siento lástima por mí misma y mi gran humildad para aceptar estas cosas. No comprendo por qué continúo siendo ingenua.

Detesto la existencia tu existencia, pero detesto más mi forma de sufrir las despedidas.